Desde la introducción de la resonancia magnética como técnica
diagnóstica, el número de pacientes expuestos a campos electromagnéticos ha
aumentado drásticamente. No obstante, actualmente se desconocen los riesgos que
el uso de esta técnica puede tener sobre los pacientes. El objetivo de esta
revisión es aportar los resultados obtenidos en los experimentos más relevantes
llevados a cabo en los últimos años.
La
radiación ionizante de origen humano ha aumentado mucho en los últimos años. Un
estudio de Picano (1) realizado en 2004 ha demostrado que en el año 1987 la
radiación artificial suponía la quinta parte de la radiación natural. Sin
embargo, cuando se escribió el trabajo, los niveles de radiación artificial
prácticamente alcanzaban a los de la radiación natural. Es decir, actualmente
la población estudiada está sometida al doble de radiación de la que estaría
sometida de forma natural. Esta sobreexposición a radiación se debe
fundamentalmente al uso de radiaciones ionizantes para el diagnóstico médico.
Actualmente, se usan además técnicas
de imagen que no emplean radiaciones ionizantes, como la resonancia magnética
nuclear. Esto podría conseguir disminuir el uso de técnicas que emplean
radiaciones ionizantes, pero puede hacer aparecer nuevos efectos secundarios
característicos de este tipo de técnicas de imagen.
No se conoce con certeza cuáles pueden
ser los efectos secundarios del uso de fuerza electromagnética en el
radiodiagnóstico. Un estudio (2) realizado por Simi et al. en 2008 muestra que
el campo electromagnético generado provoca la aparición de micronúcleos en las
células sometidas a ese campo y su número es dependiente de la intensidad del
campo magnético. No obstante, según este mismo estudio, unos días después
aparentemente todas las células vuelven a presentar el mismo número de
micronúcleos que antes de ser sometidas al campo magnético. Otros estudios,
como el realizado por Bonassi et al en 2007 (3) muestran que dichos
micronúcleos se asocian con los eventos tempranos de la carcinogénesis, por lo
que se sugiere su futuro uso como marcadores precoces de cáncer.
Seguridad En Resonancia
Magnética
El
poderoso campo magnético del sistema de RMN atrae los objetos que contienen
hierro (llamados ferromagnéticos) y puede moverlos de forma repentina y con
gran fuerza. Esto plantea un posible peligro para el paciente o cualquier
persona que se encuentre en la trayectoria del objeto. Se tiene mucho cuidado
en asegurar que no se lleven al área del sistema de RMN ciertos objetos
"ferromagnéticos" como destornilladores y tanques de oxígeno. En su
calidad de paciente, es de vital importancia que se quite todos sus artículos
metálicos antes del examen; esto incluye aparatos auditivos, relojes, alhajas y
prendas de vestir con hilo o ganchos de metal. Además, se deben remover el
maquillaje, la pintura de uñas u otros cosméticos que podrían contener
partículas metálicas si es que han sido aplicados en una área del cuerpo que
será examinada por RMN.
El poderoso campo magnético del
sistema de RMN atraerá todos los objetos del cuerpo que contengan hierro, como
bombas para medicamentos o ciertos sujetadores de aneurismas. Todos los centros
donde se hacen exámenes de RMN tienen un procedimiento y protocolo de control
detallado que, si se sigue minuciosamente, asegura que el tecnólogo de RMN y el
radiólogo sepan sobre la presencia de cualquier implante y material metálico,
para que así se puedan tomar precauciones especiales. En algunos casos poco
comunes, el examen podría tener que ser cancelado debido a la presencia de un
implante o aparato inadecuado para el examen. Por ejemplo, la RMN no se llevara
a cabo cuando haya un sujetador de aneurisma ferromagnético presente porque
existe el riesgo de que el sujetador se mueva o sea desenganchado. En algunos
casos, ciertos implantes médicos se pueden calentar durante el examen por RMN
como resultado de la energía de radiofrecuencia que es usada para el
procedimiento. Por lo tanto, es muy importante informar al tecnólogo de RMN
sobre cualquier implante u otro objeto interno que usted pudiera tener.
El campo magnético del sistema de RMN
puede dañar un audífono externo o causar un malfuncionamiento de un marcapasos
cardíaco, estimulador eléctrico, o neuroestimulador, o causar daño al paciente.
Si usted tiene en el cuerpo una bala o cualquier otro fragmento de metal,
existe la posibilidad de que cambie de posición y probablemente cause lesiones.
Los implantes u otros objetos
metálicos pueden causar la pérdida de señal o distorsionar las imágenes de RMN.
Esto puede ser inevitable, pero si el radiólogo tiene conocimiento de ello, se
pueden hacer los ajustes necesarios cuando se obtienen e interpretan las
imágenes de RMN.
En algunos exámenes por RMN, puede que
se inyecte en una vena un material de contraste llamado "gadolinio"
para ayudar a interpretar las imágenes obtenidas por RMN. A diferencia de los
materiales de contraste que se usan en los estudios de rayos X o en las
exploraciones por tomografía computarizada (TAC), el gadolinio no contiene yodo
y, por lo tanto, rara vez produce reacciones alérgicas u otros problemas. No
obstante, si usted tiene un historial de enfermedad en los riñones, fallo
renal, transplante renal, enfermedad del hígado, u otras condiciones, debe
informárselo al tecnólogo de RMN y/o radiólogo antes de recibir gadolinio. Si
usted está inseguro respecto a la presencia de estas condiciones, por favor
converse con su tecnólogo o radiólogo de RMN sobre dichos asuntos.
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