La
fluoroscopia es un método que utiliza baja intensidad del haz de rayos X para
visualizar continuamente al paciente en una pantalla; o sea, se trata de una
radiografía en tiempo real que permite la observación continua de una imagen de
rayos X, ello posibilita la evaluación dinámica del enfermo.
El
fluoroscopio nació en épocas tempranas, en 1899, y fue de gran utilidad hasta
1953, cuando aparecieron los primeros equipos comerciales con intensifi-cador
de imagen, de uso en la actualidad
Fluoroscopia
con intensificador de imagen. Arteriografía de los sectores ilíacos
Preparación del paciente. Ello dependerá del examen que se
precisa realizar, pues en la fluoroscopia, como método imagenológico
complementario, por sí sola no es necesario, solo se requiere la cooperación
del paciente.
Indicaciones. Su uso fundamental es para el estudio
de estructuras en movimiento. Sirve de guía en todo tipo de cateterismo,
procederes endoscópicos, estudios gastrointestinales y procederes diagnósticos
intervencionistas, como biopsias y biopsia por aspiración con aguja fina
(BAAF), y terapéuticos, como angioplastias, embolizaciones y otras. También se
utiliza como cinefluoroscopia.
Limitaciones. Esta técnica tiene como inconveniente
que no ofrece una documentación de la imagen, ya que es dinámica.
Contraindicaciones. Debe evitarse su uso indiscriminado,
pues se calcula que los nuevos equipos irradian a una dosis de 1 a 5 mrad en la
piel por minuto de fluoroscopia.
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